sábado, 20 de febrero de 2010

Digo que somos la “Generación Ninguno”




Tenemos, más o menos, entre 20 y 35 años. Estamos hastiados del sistema de partidos, de la injusticia, pero muchos no tenemos ni idea de cuáles alternativas existen para tener una República Dominicana menos mala, ni se diga un mundo mejor.

Estamos medio perdidos y lo reconocemos, peor sería si creyésemos tener la verdad absoluta. No atesoramos una gran propuesta para cambiar las cosas, pero aspiramos a encontrar alternativas en el camino.

No tenemos grandes líderes, soñamos con proyectos colectivos y casi ningún miembro de este grupo peculiar dice nosotros cuando quieren decir yo. La individualidad se reivindica con orgullo y sin vergüenzas. La uniformidad no nos gusta.

Los más entusiastas para la movilización social no han cumplido 25. Con frecuencia inician campañas como el rechazo a la construcción de una cementera en el parque nacional Los Haitises, desde diversos grupos sociales o políticos y el resto les apoya como puede.

Así que aquí los más jóvenes-con su grandeza y su inmadurez- son los maestros. Gracias a ellos de las quejas se pasó a la acción y adultos mayores de 40 que habían perdido la ilusión les apoyan.

Estos veinteañeros de clase media o de familias trabajadoras que han podido enviarlos a la universidad en el país o en el extranjero, a veces reivindican un pasado socialista, pero no están aferrados a la historia. Saben que Marx no usaba Twitter y que Cuba es un sistema en el mejor de los casos, bastante mejorable y en el peor reconocen que ya se volvió insufrible.

Un grupo de esos jóvenes promueve el voto por “Ninguno”, quieren que el señor “Ninguno” sea contabilizado por la Junta Central Electoral, que tenga su casilla como símbolo de rechazo al sistema, para probar que estos políticos ya no los representan.

Y por el momento este descontento es lo que mejor nos describe, por ello me atrevo a decir que tal vez en el futuro nos nombren “La Generación “Ninguno”, a propósito de este movimiento. La generación que quiere mejorar su sociedad pero no ha encontrado sus caminos, que se asocia en grupos de diferentes alternativas políticas pero que reivindica la solidaridad. Tal vez sea mejor encontrar muchos caminos para lograr nuestras metas, las vías únicas con frecuencia terminan en sangre y odios.

Sobre el proyecto del señor Ninguno hay opiniones encontradas: que los muchachos inmaduros promueven una situación que puede terminar en un vacío de poder peligroso, que no proponen alternativas viables, que sólo expresan su descontento y que no entienden lo que le costó a este país tener derecho a escoger a sus representantes.

Entiendo estas inquietudes, pero creo que los que así razonan tampoco tienen más alternativas que mantener esta inercia, esta tristeza de pobreza debajo del puente.
Además, esto sólo servirá para darles una lección a los partidos, para decirles que un grupo de gente los castiga, con la esperanza de que, tal vez, sus líderes recapaciten.

Nunca he votado y lo digo con orgullo, soy de las menos jovencitas de la “Generación Ninguno”, como la llamo yo, sin permiso de nadie y a riesgo de que el nombre moleste a los que se sienten políticamente más comprometidos.

Agradezco todas las libertades que muchos han conseguido para mí, ahora hago uso de ellas: votaré por el señor Ninguno y diré lo que me de la gana.

Gracias a los viejos líderes que lucharon por la libertad, puedo rebelarme contra el sistema. Los mejores de ellos no me pasarán factura por no marcar una casilla.

Nota. Gracias al esfuerzo de los ecologistas y los grupos juveniles,no se construyó la cementera que afectaría una de las fuentes de agua más importantes del Caribe.

P.D. Parte de los jóvenes de la “Generación Ninguno” no está interesada en cuestionar, no le interesa para nada la política, ni siquiera para oponerse a los políticos. De ellos hablaré luego.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente escrito publicable más allá de tu bien construido blog.
Un abrazo

María Scharbay

Rossymahal dijo...

Los que critican esta iniciativa señalan que existen mecanismos de participación a través de los cuales se puede elegir a los candidatos, pero la verdad es que los actuales prospectos están siendo elegidos al ojo por ciento y al papeleta por ciento.

¿Y entonces? ¿No votar? ¿Votar nulo? Prefiero a Ninguno.

Rosa

Riamny Méndez dijo...

María, gracias por el piropo. Rossymahal, creo que tienes toda la razón del mundo.

Abrazos,

Riamny