domingo, 20 de mayo de 2012

Nue$tra política

El principal tema de conversación entre los activistas de los partidos mayoritarios de mi centro de votación fue el dinero. El dinero para comprar cédulas. El dinero que dirigentes medios entregaron a  dirigentes de comités de base para comprar votos: dinero que  en ocasiones éstos no entregaron  a la gente "de la base" y lo entraron en su bolsillo. 

Ahh, también se dijo algo del dinero que se dio sin ton ni son a compañeros, amigos, posibles votantes y algo más del dinero que alguno "tumbó" a dirigentes de rango medio o alto sin razón aparente!

De política no se habló nada. Y luego dicen que estamos muy "'politizados".

Las yipetas y los yipetudos



Un elemento saltaba a la vista en mi centro de votación: las yipetas  de lujo que rondaban el lugar y desde las cuales dirigentes del PLD -especialmente- y del PRD hablaban con sus activistas y delegados.

Confirmé con varias personas que los de las yipetas eran dirigentes altos y medios que coordinaban el trabajo de  los activistas y delegados. Los que se presentaban en carros sencillos eran siempre dirigentes de comités de base. 

Lo primero que me llegaba  a la cabeza cuando veía seis o diez yipetas de lujo juntas cada vez que me acercaba era: ¿Pero, es que todos los dirigentes medios y altos tienen tan buenos salarios o son empresarios tan prósperos? ¿No hay entre ellos gente de clase media o de clase trabajadora, profesionales con carros Toyota del año 2004, como el resto de los mortales? ¿Cómo puede abundar tanto lujo en un país donde ejecutivos de rango medio en empresas importantes no ganan ni RD$60,000?

Y  si estos vehículos no era propiedad de los ocupantes: ¿Es necesario dirigir una campaña desde unos vehículos tan costosos? ¿Cuánto cuesta tanta ostentación? ¿A quiénes pertenecían estas yipetas? (Entiéndase que no eran guaguas de trabajo, como las que se utilizan en compañías de envío o en periódicos).
¿Veremos alguna auditoría de los gastos de campaña? ¿Rendirán cuenta sobre la gasolina que se evaporó con tanto glamour?

La carpa de la indisciplina



Hasta hoy a las 2:00 de la tarde el PRD mantenía abierta una carpa para “ayudar” a los votantes a encontrar  su colegio electoral, frente al centro que funciona en la escuela Celina Pellier, a pesar de que la JCE pidió a los partidos que retiraran estos espacios improvisados.

Entre otras razones, la JCE ha solicitado a los partidos que eliminen estos centros porque existe un rumor de que en ellos se compran cédulas. La Policía electoral puede proceder a desmantelarlos si los partidos no los eliminan por su propia iniciativa. ¿Pondrán los políticos a los polícias (sin grandes rangos) en la difícil situación de tener que desmantelar una de estas carpas?

Reporte II. ¿Cómo se compra un voto?



Un voto se compra en plena avenida, a la vista de todos, con desparpajo.  Así se hace: Un hombre aborda a una señora pobre. Le dice que si le entrega su cédula, él le dará RD$500. Ella le explica que no encuentra su cédula, y que está muy ocupada lavando ropa.  

La conversación transcurrió en la Avenida 26 de Enero  de los Mameyes, casi frente a un destacamento de policía.  Fui testigo de este diálogo, al que llegué por casualidad, luego de haber almorzado en una cafetería cercana.  Permanecí de espalda a ellos, con aire distraído. Atenta a cada palabra. 

Cuando terminó la conversación, seguí  a la señora.
 
- ¿Y ese de qué partido era?-pregunté

- De los morados- respondió. 

 Confirmé  lo obvio.

-¿Qué quería?-dije con cara inocente.

….Mi cédula, me iban a dar RD$500-comentó-

 La miré con algo de esperanza. Por un momento pensé:  “Bueno, ella al menos no vende su cédula”. ¡Ay, qué esperanza tan tonta! Luego me comentó: “Si yo la tengo, se la vendo”.

Y se fue. Empezó a caminar a toda prisa, no sé si a lavar su ropa o a hacer un último intento por encontrar su cédula.    

Reporte I. Los delegados y activistas siguen en campaña



En el centro de votación ubicado en la escuela Celina Pellier de Los Mameyes los "activistas" del PRD y del PLD interceptan  a los votantes hasta la entrada del plantel.   Hasta las 10:00 de la mañana había un representante de cada partido en la puerta. 

De hecho, cuando fui a votar no vi el carnet de la “activista” del PLD, y pensé que era parte del personal del centro de votación. Me preguntó: "¿sabe dónde se encuentra su mesa, vota arriba o abajo?" Respondí que no sabía, y saqué mi cédula para verificar el número de mesa. En ese momento, se acercó un “activista” del PRD y me advirtió de que no le diera mi documento a su adversario. 

Así que el militar que custodiaba la puerta intervino, me indicó que a unos pasos de la puerta había personal del centro.

Me llamó tanto la atención el hecho, que al salir de la escuela,  me detuve a observar si otros  votantes tendrían una experiencia similar a la mía. Y en efecto, noté que otras dos personas también se confundieron. 

Un tiempo después, llegaron miembros de la Policía Electoral y pidieron amablemente  a delegados y activistas que se retiraran de la puerta para que les dejaran el paso libre a los votantes.