lunes, 18 de julio de 2011

Santo Domingo asfixiante



La mujer soporta que un tipo le grite a sus nalgas, mientras intenta caminar, sin molestar a nadie, concentrada en no caer en un hoyo por las calles de esta ciudad desastrosa y el muchacho amanerado recibe burlas en el carro público.

Luego, ambos observan como una persona gorda es rechazada del transporte colectivo, un haitiano soporta gestos y miradas de desprecio en la fila para abordar una guagua voladora en la avenida Independencia y una anciana camina temblorosa porque sabe que la pueden atropellar conductores que parecen perder su condición de seres humanos frente al volante.

Todos maltratados por la ciudad y por otros ciudadanos que como ellos tratan sobrevivir a los bocinazos a la basura; y al caer la noche, también a la oscuridad. Esta ciudad nos aplasta irremediablemente.

2 comentarios:

Jit Manuel Castillo dijo...

Estas tremenda, y que bueno. Veo que es un texto muy realista, que reclama los derechos que hace tiempo habriamos de pensar y transformar en nuestro pais.

Jit Manuel Castillo dijo...

Estas tremenda, y que bueno. Veo que es un texto muy realista, que reclama los derechos que hace tiempo hemos de defender y repensar en nuestro pais.