Un elemento saltaba a la vista en mi centro de votación: las yipetas de lujo que rondaban el lugar y desde las
cuales dirigentes del PLD -especialmente- y del PRD hablaban con sus activistas
y delegados.
Confirmé con varias personas que los de las yipetas eran dirigentes
altos y medios que coordinaban el trabajo de los activistas y delegados. Los que se presentaban
en carros sencillos eran siempre dirigentes de comités de base.
Lo primero que me llegaba a la
cabeza cuando veía seis o diez yipetas de lujo juntas cada vez que me acercaba
era: ¿Pero, es que todos los dirigentes medios y altos tienen tan buenos
salarios o son empresarios tan prósperos? ¿No hay entre ellos gente de clase
media o de clase trabajadora, profesionales con carros Toyota del año 2004,
como el resto de los mortales? ¿Cómo puede abundar tanto lujo en un país donde ejecutivos
de rango medio en empresas importantes no ganan ni RD$60,000?
Y si estos vehículos no era propiedad
de los ocupantes: ¿Es necesario dirigir una campaña desde unos vehículos tan
costosos? ¿Cuánto cuesta tanta ostentación? ¿A quiénes pertenecían estas
yipetas? (Entiéndase que no eran guaguas de trabajo, como las que se utilizan
en compañías de envío o en periódicos).
¿Veremos alguna auditoría de los gastos de campaña? ¿Rendirán cuenta
sobre la gasolina que se evaporó con tanto glamour?
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